domingo, 4 de octubre de 2009

EL PROBLEMA DE LAS COMPETENCIAS

NUCLEO Nº 2

PREGUNTAS GENERADORAS

¿En qué consisten las competencias y cómo implementarlas en la clase de lengua castellana?
Entendemos por competencia el conjunto de conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes y valores que regulan y controlan de manera consciente el saber ser, el saber hacer y el saber saber de las personas. Por su parte, las aptitudes son, a diferencia de la concepción tradicional que veía en ellas disposiciones innatas, capacidades “que reestructuran lo sabido y mejoran las estrategias” para hacer del conocimiento un proceso eficaz. Cr. Cárdenas (1998:37).
Es posible diversificar las competencias en varios niveles:
1) Básicas: competencias de conocimiento y de comportamiento
2) Semiolingüísticas: semióticas y discursivas
3) En relación con las funciones del lenguaje: competencias significativas, comunicativas y expresivas
4) En relación con los procesos pedagógicos del lenguaje: competencias de pensamiento analítico, crítico y creativo competencias interactivas, competencias de lectura y de escritura
5) Competencias pedagógicas. La riqueza de este principio semiodiscursivo y sociocognoscitivo, abre el juego de las posibilidades y amplía las perspectivas para la aplicación pedagógica de la semiolingüística.
Siguiendo a Charaudeau (1983), la competencia semiolingüística estaría conformada por tres órdenes:
· Competencia lingüística constituida por los diferentes órdenes de organización de la materia lingüística y por los aparatos conceptuales: enunciativo, argumentativo, narrativo y retórico que sirven de base al estatuto semántico de la configuración transcultural y transtextual.
· Competencia situacional constituida por las situaciones socioculturales codificadas que representan las prácticas sociales en función de rituales que definen maneras de trabajo discursivo. Esta competencia define el contrato de palabra y el género discursivo.
· Competencia discursiva constituida por las estrategias que ponen en ejecución los aparatos conceptuales citados, en correlación con el contrato de palabra y los propósitos comunicativos para producir efectos discursivos múltiples.

Reflexion…
En todo caso las competencias se refieren a un proceso llevado a cabo con una intención bien definida además con un presupuesto de teorías y argumentos que son los que hacen de cada competencias un reto para quien las asume, además la orientación de las competencias debe contribuir al desarrollo de cuatro procesos: pensamiento, interacción, escritura y lectura.

¿Cómo elaborar el currículo de lengua castellana a partir de la noción de competencias, particular mente de la competencia comunicativa y teniendo en cuenta los niveles de desempeño y los criterios de competencias?

la propuesta greimasiana acerca de la existencia de niveles de funcionamiento virtual, real y actual de las competencias; aís, el querer, el saber, el poder y el creer pueden ser formas de enriquecimientos de esta propuesta que ofrece campos aún por explorar. Cf. Lozano y otros (1986).
Reflexión…1.
En la actual coyuntura educativa, la propuesta del ICFES acerca de las competencias interpretativa, argumentativa y propositiva parece apuntar, a competencias de índole cognoscitiva; esta consistente con la importancia que aún se concede a las áreas de conocimiento y, por supuesto, al volumen de información que ellas representan. Sin embargo, es difícil adaptarse pues nuestrosniveles investigativos son muy bajos y los habitos no pretenden sustentar el cambio educativo que se avecina.
Como se advierte en Cárdenas (1998:76-80), la noción de ámbito tiene un carácter lúdico como espacio que se abre a las múltiples dimensiones de la actividad de las personas, en contextos axio-tímicos e históricos.
RFLEXION…2
Algunas de las funciones de la escuela tienen que ver con la apertura de cauces al enriquecimiento de los códigos de sentido, a las relaciones sociales como factores de intercambio, a la aceptación de normas que regulan las relaciones sociales, a la producción e interpretación discursivas, así como a la ampliación de marcos teóricos de conocimiento y de comportamiento, como formas básicas de la conducta humana.
Para ello se requiere un maestro bien formado, conocedor integral del ser humano, tolerante y responsable; investigador (sobre todo), gestor de aprendizajes; capaz de abrir caminos a la participación y de entender que el salón de clase y la escuela son comunidades de habla y no simples laboratorios donde se ponen a prueba teorías.
El maestro de lenguaje debe ser maestro total; con esto queda abierta la posibilidad de formar ese maestro integral y sobre todo sensible al las necesidades del medio que le rodea.




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